Atravesamos la puerta principal y dejamos nuestras cosas sobre el sillón de la sala y luego pasamos al comedor donde estaba mi abuela quien me miraba con una cara bonachona y burlona (porque Logan me había acompañado).
-Oh... joven Bentley a que se debe la compañía?-pregunta burlona mi abuela.
-Solo acompañe a Maddy hasta su casa ya que es una torpesuela-responde con una mueca.
-Si de eso ni lo dudes-se ríe-no te imaginas como era de pequeña.
-Va, hablaremos de lo torpe que siempre fui y seré?y como es que ya se conocen?-exclamo un poco nerviosa y sarcástica.
-Maddy cariño recuerdas que aquí la nueva eres tu?-hace una mueca algo irónica-ademas su padre solía ayudarme a reparar la calefacción de la casa.-dice tiernamente.
-Si, tu abuela tiene razón, y yo solía ayudar a mi padre y si tu abuela necesitaba un corte de césped, aquí miras al responsable de la perfecta hierva de tu patio-ríe cariñosamente con un toque burlón.
-Woow y porque no van a cortar el césped y me dejan a mi y a mi torpeza en paz?.
-Cariño tranquilízate, sabes?, así se te quiere-mira a Logan y guiña un ojo.
Ambos nos miramos y nos sonrojamos.
-Ya Madd no te enfades, si?-dice Logan.
-Vale tengo hambre.
-Bueno ya sobro, me voy a la sala por si me necesitan.-y va para la sala.
Preparamos unos cuantos sándwiches y saque dos latas de pepsi y fuimos al comedor.
Hablamos de como son la gente en el instituto, sobre el equipo de fútbol americano, basketball, ajedrez, etc.
Luego subimos a mi habitación.
Logan quedo sorprendido por todos los libros que tenia en mis estantes, era su forma de observar las cosas lo que empezó a gustarme de el. Agarraba mis libros con tal delicadeza y cuidado, también con los discos que encontraba desparramados y los ponía en un espacio que encontraba.
Mientras echaba un vistazo hacia el ultimo estante de libros y vio "El Violín"de Anne Rice y nos pusimos a hablar un buen tiempo de ese libro.
En ese instante empeze a ver a Logan de otra manera; un Logan mas culto, tierno al expresarse y seductor a su manera y no el Logan sarcástico y burlón por mi torpeza, pero un sonido me saco de mis pensamientos.
Logan también lo oyó, los dos miramos hacia la calefacción de la habitación. Emitía un sonido sordo, fino, pero algo fastidioso.
Nos miramos por un momento pensando en que podía ser ese sonido.
-Oye porque no subimos al ático a ver que es el problema, ya conozco este sistema de calefacción y ademas mi padre me enseño algo.-propone Logan.
-Si tu quieres, por mi esta bien-sonrió-iré a buscar unas linternas y subimos.
Así pues encontré las linternas de mi padre en el deposito y fuimos al ático.
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