Al ingresar a la habitación de su abuela Mady oyó un sonido extraño que procedía de una de los conductos de la calefacción. Era un tanto escalofriante pero la curiosidad la mataba hasta que ella había triunfado. Y en esa noche se armo de valor y con ayuda de Logan, espero a que su abuela fuera a su recorrido nocturno de siempre y fue a averiguar que es lo que producía esos sonidos.

sábado, 29 de enero de 2011

NUEVA EN LA CIUDAD - PARTE 3

Subí las escaleras los mas rápido que pude y me encerré en mi habitación con un portazo y empecé a desempacar algunas cajas.
Empezando por la de mis ropas, libros y cosas para el instituto, y objetos personales. Había guardado todas mis ropas y zapatos en el ropero y aun cabían mas cosas así que opte por guardar algunas almohadas que son para cuando llegara a tener piyamadas con mis nuevas amigas-según mi madre-.
Un rato después me doy cuenta que ya estaba anocheciendo, me acerque a la ventana y vi el tentador crepúsculo que se escondía a través del Parque Perkins, y decidí ir a relajarme un poco.
Me encimé unos pantys bajo los jeans y me puse una camisa roja con cuello V a motas negras de mangas largas, una bufanda negra con una simple chaqueta negra con capucha gris y por ultimo mis DC que nunca me fallan en estos climas. Salí de mi habitación, al llegar a las escaleras me di cuenta que no llevaba nada con que pasar el rato así que fui por un libro y mi ipod. Cuando comprobé que ya estaba lista fui al porche y avise a mi abuela que iría al parque a relajarme un poco.
Al abrir la puerta entro un poco de nieve con el viento y casi resbalo con ella, cerré la puerta y me apresure a cruzar la calle y buscar el banco donde siempre me había gustado.
Estaba enfrente de una pista de basketball en donde siempre observaba a mis hermanos jugando de pequeña.
Para mi suerte estaba desocupado y nadie estaba jugando por el fresco de esa tarde, me senté, busque a Radiohead en mi ipod y empecé a leer.
Sin darme cuenta alguien se había sentado a mi lado, era un chico y tenia algo familiar, pues no hice caso y retome mi lectura. Sentía que el chico me miraba por momento, no resistí y lo mire disimuladamente a través de mis flequillos que gracias al viento me tapaba el rostro el lado donde estaba el chico.
Luego de romperme la cabeza tratando de reconocerlo me di cuenta que era el chico que había sostenido la caja de la mudanza. Tenia la piel blanca, el cabello castaño claro un poco largo-a mi gusto- , ojos negros y brillantes como una noche estrellada y unos labios finos torcidos en una mueca que expresaba indiferencia. Quede mirándole sin darme cuenta hasta que mi libro se había caído de mis manos, me agache para recogerlo pero el chico me sorprendido una vez mas. Una pequeña sonrisa se asomaba tímidamente mientras me tendía el libro, como siempre se me formo un nudo en la garganta.
-Toma- me pasa el libro.
-Gracias- digo.
-Claro- repone.
Sonrío tímidamente.
-Pues eres nueva en el vecindario no?-.
-Si pero de pequeña solía venir muy a menudo-.
-A si? nunca te e visto, bueno debo de irme-.
-Esta bien, que tengas una buena noche- respondo desanimadamente.
El sonríe y se retira, mientras yo maldiciéndome por no preguntarle si quiera su nombre, mientras tenia mis discusiones mentales la voz del chico hace que todo calme de repente.
-Oye!Casi lo olvido soy Logan Bentley y... por si no te molesta... quisiera saber tu nombre- exclama.
-Mady Barley- digo nerviosamente y sonrojada.
-Mucho gusto Madd, ahora si puedo regresar-.
-Igualmente-
Observo mientras regresa a su casa que esta a cinco casas de la mía y quedándome sorprendida del nuevo apodo que me puso Logan.

miércoles, 26 de enero de 2011

NUEVA EN LA CIUDAD - PARTE 2

Al amanecer, mi madre había subido a mi habitación para despertarme para salir a buscar un instituto que me agradace o simplemente entraría en la publica.
Fui al baño para lavarme la cara, mientras me cepillaba el cabello sentí una brisa fría que me dejo helada, eche un vistazo a la pequeña ventana del cuarto pero estaba cerrada y mi habitación estaba caliente por la calefacción interna de la casa, lo pase por alto y baje las escaleras hacia la cocina que despedía un delicioso aroma a tocino y a café recién preparado.
Todos estaban terminando el desayuno, excepto Josh y yo que, decidimos preparar una especie de desayuno express-mezclamos tocino, huevos revueltos, cereal y los pusimos entre dos fetas de pan y cargamos el café en tazas para llevar-y luego nos apresuramos a patio del frente para esperar a nuestra madre e ir a buscar algún instituto que nos agrade.
No había muchos institutos que digamos así que obtuvimos por entrar en la publica.
La directora del instituto llamada Joselyn Bennett, era de estatura media, tenia la piel de color del trigo y una amplia melena rojiza caía hasta la altura de su barbilla y bestia como cualquier directora de instituto, un traje gris y tacos altos negro, y mas, era nada mas que unos años menos a mi abuela.
La señora Bennett dijo que nos haría una excepción y nos dejaría asistir dentro de dos días, para que podamos solucionar todo el problema de la mudanza-nosotros queríamos empezar al día siguiente para safarnos del trabajo para ordenar las cosas-.
Al llegar a casa, nuestra madre nos había dejado en la acera mientras ella iba al supermercado, entramos a la casa y nadie estaba excepto mi abuela, quien yacía tejiendo en el porche un suéter granate con detalles negros con escote v -adecuado para que no te sofoque cuando uses bufanda- apenas nos vio entrar y dijo:
-Que tal los institutos?por cual decidieron?
-Por la publica nada mas-dijo Josh.
-A que se debe?-exclamo Marise.
-Pues esta mas cerca de la casa y hay chicos de diferentes masas...-dije con duda.
-Si donde Mady pueda camuflarse!-Josh exclamo en forma burlona.
Le doy un golpazo a Josh y voy a la cocina.
Al entrar. huelo un aroma exquisito a pavo al horno-una de las comidas que mas me gusta- entonces revise el horno y no había nada. En ese momento mi abuela había aparecido y me pregunto si que es lo que hacia mirando el horno vació. Yo no quise decir nada y le dije que pensaba que habían cocinado algo.
Me precipite hacia el refrigerador saque una Pepsi y fui a mi habitación.

sábado, 22 de enero de 2011

NUEVA EN LA CIUDAD - PARTE 1

Era una tarde fría de invierno, había indicios de nevada, el tiempo estaba gris, el viento azotaba a los arboles sin hojas y de paso a las personas que caminaban por la acera.
Mi familia y yo habíamos llegado media hora antes que el camión de mudanzas así que mis padres dijeron a mis hermanos para que me llevaran por el vecindario a conocer mas-de pequeña siempre íbamos a lo de mi abuela pero siempre me mantenía en la casa o en el parque-, así pues me llevaron a conocer el vecindario nuevo.
No era diferente al de Mansfield con la excepción de que Green Bay es mas pequeña, los vecinos por suerte ya nos conocían desde hace tiempo, por eso no tuvieron problemas en ayudarnos con la mudanza.
Ayudando a bajar las cajas del camión que me pertenecían, una de ellas a poco se cae de las manos de unos de los empleados, un chico se tira para agarrar la caja y le dice que tenga mas cuidado y me la pasa en las manos, luego me sonríe tímidamente y se retira.
No fui capaz de articular una sola palabra, quede boquiabierta, mientras los empleados tiraban risitas sofocadas por lo roja que me había puesto, los mire con el rabillo del ojo y las risitas pararon en seco.
Así pues al bajar todas las cosas y dejarlos en el enorme porche de la casa mis padres pagaron y agradecieron a los hombres y se retiraron.
En tanto mis hermanos aprovecharon para pelearse por el cuarto mas grande hasta que como lo normal Frank había triunfado.
A Josh se le subió la cólera hasta la cabeza pero luego lo supero ya que su cuarto tenia la vista hacia la calle y el parque. En tanto mi cuarto era normal a la anterior pero tenia una escalera caracol que iba directo al ático -por ahora estaba vacio y sin uso-, con vista hacia el vecino, pero lo que mas me gusto de ese cuarto es que ya tenían unos cuantos muebles, el tapiz era de un morado todo al estilo vintage- como a mi me gusta- el marco de la ventana era de madera tallada a mano con unos típicos detalles europeos echas a perfección y tenia el baño propio, lo único que estropeaba el cuarto eran todas las cajas con mis pertenencias. El armario eran un tanto grande para mi gusto, yo no poseo tanta ropa como la típica chica de mi edad -una de las características de la que me creen un bicho raro-.
Al terminar de cenar subí a mi cuarto y desempaque la caja que contenía mis objetos de higiene y colchas para la cama.
Como no lograba dormir rebusque en mi mochila y encontré uno de mis tantos libros y me puse a leer hasta que quede dormida.

jueves, 20 de enero de 2011

PROLOGO

Nunca me habría imaginado los secretos que una familia pudiera poseer ya sean buenos o malos, no sabría como definir el secreto de mi familia, es un tanto de ambos.
Me llamo Mady Barley tengo dieciséis años, soy la menor de dos hermanos, Frank Barley el mayor y Josh Barley del medio.
Vivíamos en una ciudad llamada Mansfiel pero ahora nos mudamos en Green Bay en la casa de mi abuela-departe de mi madre.
Mi abuela llamada Marise, tiene un aspecto joven a pesar de su edad, tiene la piel pálida, el cabello de un castaño claro y lacio, unos ojos color avellana al igual que mi madre y como yo-mis hermanos salieron por mi padre, cabellos enrizados de un rubio opaco y los ojos negros-.
La casa era una de esas antiguas, echa de madera con una estructura típica europea de dos plantas, es muy encantadora pero tiene algo que siempre me llamo la atención de pequeña, no debo de olvidar que tiene una ubicación fantástica, enfrente del parque Perkins.
Por alguna razón mi abuela siempre cambiaba de tema cuando preguntaba la historia de la familia y de la casa, pero ahora que vivimos aquí tengo la oportunidad de averiguarlo.